¿Qué tan verde somos?
Por Andrea Mejia Fajardo - cofundadora de 7191
El sistema moda es una de las industrias más contaminantes del mundo, consecuencia de una economía lineal (producción–uso–desecho) y el uso indiscriminado de recursos naturales y sustancias químicas en diversos procesos productivos, contaminando fuentes de agua potable, el aire que respiramos y la tierra cultivable, al tiempo que vulnera los derechos humanos de gran parte de los trabajadores a lo largo de la cadena de valor.
Campañas como Detox my Fashion de Greenpeace y consumidores cada vez más conscientes frente a las problemáticas ambientales y sociales, han motivado cambios en la producción y consumo hacia prácticas más sostenibles.
McKinsey estima que un 15% de los consumidores en Estados Unidos y Europa optarán por adquirir prendas más ecológicas y con iniciativas sociales.
Pero ¿qué son prendas sostenibles?
Para Paola Deda, de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, la industria textil-confección debe mejorar sus prácticas ambientales y pensar en el bienestar de la sociedad a lo largo de la cadena de suministro: “Mientras las empresas necesitan aprender a reducir el impacto ambiental de la producción y proteger a los trabajadores, nosotros debemos aprender a escoger de forma apropiada para influenciar y cambiar el mercado”.
En Colombia, la palabra sostenible está cada vez más presente en el sistema moda, pero parece haber poca claridad frente a lo qué es una prenda verde. Desde el diseño de la prenda, es importante considerar su huella de carbono, el uso de recursos naturales requeridos en la producción, las materias primas desde la fibra, el impacto social y la posibilidad de reciclar, reusar, remanufacturar o reparar la prenda para minimizar el desperdicio y maximizar su durabilidad.
Leonie Meier, consultora de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, afirma que extender la vida útil de una prenda por tan solo nueve meses podría reducir su huella hídrica en un 25 a 30%.
Algunas marcas y diseñadores se han enfocado en el uso de textiles ecológicos, pero sin propuestas de recuperación de la prenda para entrar a un ciclo circular y sin considerar otras características: ¿Es el empaque sostenible? ¿Cuál es la eficiencia en energía y agua durante la producción? ¿Cómo es la disposición final de la prenda? ¿Son los insumos sostenibles? ¿Está libre de químicos perjudiciales para salud y medioambiente? A lo largo de la cadena productiva ¿se generó un impacto positivo en las comunidades?
En 7191 le apostamos a la circularidad
No existe una definición global e única de qué es moda sostenible, en 7191 lo entendemos como el diseño y confección de prendas con un menor impacto ambiental y que aporten a la construcción social. Todavía tenemos mucho por aprender, pero, mientras logramos resolver los desafíos, nos enfocamos en ofrecer prendas de calidad confeccionadas en fibras 100% naturales como algodón y lino libres de tóxicos.
Esto con el propósito de brindarle a las personas y al planeta bienestar por medio de cada una de nuestras creaciones.